Después de dos años de construcción, y con el curso iniciado hace una semana, en la penúltima semana de septiembre se inaugurará el Conservatorio Profesional de Danza ‘Kina Jiménez’ de Almería, una reivindicación de siete lustros desde que en la Avenida Padre Méndez se ‘rebujaran’ música y danza con los continuos inconvenientes en la ejecución de una y otra disciplina, impartidas a la vez en una establecimiento que desde el principio quedó pequeño.
Con el moderno edificio de la Calle Gaspar Vivas, en la Vega de Acá se culmina un anhelo especialmente para la profesora que le da nombre: Joaquina Jiménez Sánchez ‘Kina Jiménez’, quien fue profesora desde el principio y lo dirigió durante más de tres lustros.
La primera piedra fue puesta por el hoy desaparecido consejero de la Junta Imbroda al final de la pandemia Covid-19, en la primavera de 2021, y será inaugurada por la actual Patricia del Pozo, y probablemente por el propio presidente de la Junta de Andalucía: Juan Manuel Moreno Bonilla.
El edificio, que pretende dar cobertura y acogida a 420 alumnos de las enseñanzas de nivel Básico y Profesional de Danza Clásica, Danza Española, Contemporáneo y Flamenco, cuenta con 5.000 metros cuadrados en dos plantas de altura, en traza cuadrangular articulada en torno a un patio, que funciona como espacio de descanso y esparcimiento para la comunidad educativa, a modo de claustro, a la par que para ‘asueto’ de los futuros bailarines y sus profesores se cuenta con cafetería, patio interior, porches, zona ajardinada y aparcamientos.
El Conservatorio dispone de la zona docente, de 16 aulas de danza profesional, cuatro de danza elemental y dos aulas de música, así como un aula de maquillaje, una sala de biblioteca-videoteca y un salón de actos con escenario con mucho fondo y un patio de butacas para 312 espectadores, una de las principales carencias del anterior conservatorio compartido.
El área de administración se compone de despachos para la dirección, jefatura de estudios, secretaría y archivo, sala de profesorado, cuatro departamentos, sala para las asociaciones de madres y padres y del alumnado, conserjería y reprografía.

Alumnos y profesores

Este año son 363 alumnos los que ya han comenzado su enseñanza en estas instalaciones, con una cuarentena de profesores entre todas las disciplinas y grados, faltando solamente en la escala profesional el grado Superior, que sólo se imparte en tres conservatorios andaluces y que parece no se va a ampliar en toda Andalucía.
Entre el profesorado, dirigido por la almeriense Isabel Guirado, este año se han incorporado dos profesores almerienses: en danza flamenca Ana Alonso y como guitarra acompañante el guitarrista Rubén de Rosario.
Se salda con este edificio funcional, adaptado y moderno a la enseñanza corporal una deuda histórica con las disciplinas artísticas en Almería, que desde antaño tenía atendidas las Artes Plásticas con una histórica escuela, hoy en Plaza Pablo Cazard y con el nombre del insigne fotógrafo Carlos Pérez Siquier.

Una larga historia

El antecedente del Conservatorio de Danza, se remonta a una iniciativa en los primeros ochenta con una cuerdo de Diputación y Ayuntamiento con la preparación de alumnos y alumnas en el edificio del bar ‘Puerto Rico’ entre Obispo Orberá y García Alix, allí se llegó al centenar de alumnos de Clásico y Español, que eran examinados en Almería por profesores que venían de Murcia, antes de configurarse la Junta de Andalucía.
Fue en 1988 con la inauguración del Conservatorio de Nueva Andalucía, cuando se contó con un espacio y un profesorado y cursos y exámenes propios para Danza Clásica y Danza Española en primer y segundo grado, que hoy se mantienen, habiéndose incorporado ya avanzado el siglo XXI la Danza Española, y la Danza Contemporánea.
A expensas de fijarse en la penúltima semana de septiembre de la inauguración oficial del recién acabado edificio, el delegado de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Francisco Alonso (a la postre profesor de piano en el Conservatorio de Música) ha aseverado que “era muy difícil examinar de piano con alumnas taconeando en el piso de arriba”; en ese mismo sentido la durante décadas profesora de Español y Flamenco, que da nombre al nuevo centro, Kina Jiménez, abunda en sentido contrario: “estábamos con una música puesta para la danza y se metía el sonido de los vientos de una clase da al lado”. Una interferencia que para este curso 2022/2023 “se acabó”.
Luis G. Yepes/Almería