La danza, la acrobacia, la música en directo, la grandiosidad del show a la americana (con todos los recursos precisos) y las exhibiciones de solista, de cada uno de los solistas, hacen del espectáculo de Los Vivancos una experiencia trepidante y única para todo tipo de público.
Belleza en los cuerpos tapados, los torsos desnudos, acorazados; proeza en el lugar donde posar los pies, en el equilibrio vertical y horizontal, en la pirueta que se multiplica en vueltas; esplendor de luces, densidad de atmósfera y figurinismo de carne y hueso.
El septeto de hermanos artistas -hijos del gran procreador (32 vástagos) Pedro Vivancos, el karateca catalán que creó la denominada secta Raschimura, acusada de negocios con macrobióticos-, se formo en 2007.
El espectáculo inaugural ‘7 hermanos’, obtuvo un gran éxito, pues estos venían avalados por una formación cohesionada y multidisciplinar alentada por su propio padre; con Elías (el mayor de los integrantes), Judáh, Josuá, Cristo, Israel, Aarón y Josué (el más pequeño que ha abandonado ahora la formación), se formó el grupo que hoy prosigue contando sus apariciones por éxitos.
En esta docena de años han puesto en escena, con distintas claves, aunque con el flamenco como idea dancística de trasfondo (el flamenco vende), tres espectáculos más: ‘Aeternum’, ‘Nacidos para bailar’, con el que estuvieron en Almería capital, y ahora  ‘Live’ con el que llegan este 23 de octubre a El Ejido.
Una vuelta de jondura, hip-hop, música sinfónica… Un nuevo dechado de facultades físicas y movimientos armónicos, un constante pulso para mantener en vilo el ánimo del espectador, y el deseo corpóreo que tiene sus momentos álgidos en las proezas que realizan sobre los andamiajes, cuando los hay y en la corbata del escenario, que siempre la hay.
Para la nueva propuesta unen la pintura a las siempre presentes música, danza, moda y tecnología, para hacer vibrar en los asientos.
Los Vivancos, tan deseados, y con la candente leyenda de haber retozado en tantas camas (unos más que otros), vienen al Teatro Municipal de Adra el próximo 18 de diciembre, a hablar con el universal lenguaje de los cuerpos danzantes.

Luis G. Yepes